A pesar de la existencia del carné por puntos y de las multas que regulan la conducción imprudente en las carreteras, lo cierto es que muchos conductores siguen cometiendo infracciones y siguen exponiendo sus vidas y las de los demás a un gran peligro. Por ello, es un hecho muy común encontrarse con controles policiales en las carreteras, y no solo de alcohol, sino que también controlan si se está bajo los efectos de sustancias estupefacientes como el éxtasis, el cannabis, la cocaína, etc.
En diciembre del pasado año 2017 se hizo una reforma del Código Penal en la que se manifestaba la intención de llevar a la cárcel a aquellas personas que, con sus acciones, mostraran una gran falta de respeto por la vida de los demás. Actualmente, en España hay más de 1.000 conductores encarcelados por estas imprudencias.
Las infracciones graves que se castigan con penas de prisión son muchas, entre las cuales destacan:
- - Exceso de velocidad: superar la velocidad máxima permitida en 60km/h en vías urbanas y en 80km/h en vías interurbanas.
- - Conducir sin carné: conducir después de perder todos los puntos del carné o hacerlo sin tener el permiso.
- - Negarse a pasar un control: además de ser un delito de desobediencia a la autoridad, también podría tener como consecuencia ir a la cárcel.
- - Consumo de alcohol y drogas: sobrepasar los límites permitidos de alcohol y drogas es uno de los motivos más comunes (60% del total). Si la cantidad de alcohol en aire espirado supera los 0,60 mg/l o si se el conductor condujera bajo los efectos de drogas, el conductor puede enfrentarse a la pena de cárcel.