Está presente en nuestras fiestas o celebraciones y quedamos con los amigos para ir de “copas”. Asociamos beber alcohol con aspectos positivos como la diversión, el espíritu joven, el éxito social y profesional e incluso con el deporte y la vida saludable. Todo esto contribuye a ver el consumo de alcohol como algo normal y positivo; cuando en realidad se trata de un grave problema de salud pública.
El alcohol es una droga. Eso sí, legal. La droga legal más consumida en nuestro país y la que más problemas de todo tipo produce. Según la OMS cada año produce 3,3 M de muertes, es decir el 5,9% de las defunciones. Y Europa se encuentra a la cabeza de las regiones en que más se consume.
Según datos de esta organización, causa más de 200 enfermedades, como la cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y traumatismos causados por violencia, suicidios y accidentes de tráfico, además de trastornos mentales y comportamentales, como el alcoholismo. El consumo en las embarazadas tiene graves repercusiones sobre el feto.
El alcohol
El alcohol etílico o etanol es la droga que se encuentra en las bebidas alcohólicas, una sustancia altamente adictiva depresora del sistema nervioso central, del grupo de sedantes como los barbitúricos y las benzodiacepinas.
Una vez ingerido, el alcohol se absorbe rápidamente a través de las paredes del estómago y el intestino delgado y es transportado a través de la sangre al cerebro y al resto de órganos. La edad, el peso, el género, la cantidad, la frecuencia y cómo lo tomamos determinan el efecto y la intensidad de esta droga.
Consecuencias del consumo de alcohol a corto plazo
El alcohol es un depresor del sistema nervioso central y su consumo puede generar somnolencia y relajación, que afectan a la atención y la coordinación. Por este motivo, beber alcohol eleva el riesgo de sufrir un accidente de tráfico o laboral.
Según su nivel en la sangre puede causar desde dificultades en la atención, el habla, apatía, vómitos e incluso la muerte, si es muy elevado.
- Lesiones, como por choques de vehículos automotores, caídas, ahogamientos y quemaduras.
- Violencia, como homicidios, suicidios, agresión sexual y violencia doméstica con parejas sexuales.
- Intoxicación por alcohol, una emergencia médica que es ocasionada por niveles altos de alcohol en la sangre.
- Abortos espontáneos y muerte fetal o trastornos del espectro alcohólico fetal en las mujeres embarazadas y los bebés.
Riesgos para la salud a largo plazo
Con el tiempo, el consumo excesivo de alcohol puede causar, primero de todo, alcoholismo una adicción a la bebida que puede terminar en otras enfermedades crónicas y otros serios problemas como los siguientes:
- Alta presión arterial, enfermedad cardiaca, accidentes cerebrovasculares, enfermedad del hígado y problemas digestivos.
- Cáncer de mama, boca, garganta, laringe, esófago, hígado, colon y recto.
- Problemas de aprendizaje y memoria, como demencia y bajo rendimiento escolar.
- Problemas de salud mental, como depresión y ansiedad.
- Problemas familiares, problemas relacionados con el trabajo y desempleo.
- Dependencia al alcohol o alcoholismo.